miércoles, 27 de febrero de 2013

¿SE CONTAGIAN LOS BOSTEZOS?

Los bostezos contagiados son aquellos que se inician de forma no involuntaria e inmediata cuando se ve o se escucha a alguien que está bostezando. El hecho de pensar o leer hace que necesitemos bostezar.
La respuesta más lógica después del contagio involuntario de un bostezo sería porque tiene alguna función bastante relevante que nos favoreces hasta tal punto que otros de la misma especie la copien sin querer. Por ejemplo, si bostezamos por aburrimiento, o por cansancio, el aumento de oxígeno nos retoma al estado de alerta que nos hace falta en ese momento, y contagiarlo puede ser bueno para lo que nos rodean. Las evidencias de los experimentos parecen refutar este estudio. Los estudios conductuales y las grabacions electroencefalográficas de la actividad del cerebro antes de un bostezo demuestran que los bostezos ocurren cuando se está de baja vigilancia o adormecimiento, no se ve ningún cambio tras haberse producido el bostezo.
La asociación de los bostezos en estados de vigilancia y sueño, la respiración, la sexualidad y la nutrición hace que se los considere como una respuesta multifuncional en muchas especies.
Otros investigadores ven en el caso de que los bostezos sean capaces de contrarrestar aumentos transitorios de la temperatura cerebral y corporal. Entre todas las explicaciones la más conciliadora sobre el origen de los bostezos y por qué son contagiados se basa en que se considera que el bostezo tiene una función social y comunicativa.
Un 60% de los humanos sanos no pueden evitar bostezar cuando ven a otra persona bostezar. Quizás ni siquiera se dieron cuenta de de que ese acto se interpreta como una expresión primitiva de pensamiento social, aquello que llamamos empatía, que es una habilidad para conseguir conducta motoras y emocionales con los otros, y que explicaría de la formas más fácil el fenómeno de contigiar los bostezos.
También se conoce que la proximidad social que tenemos los humanos tiene que ver con que los bostezos son más contagiasos entre dos individuos fuertemente vinculados. A finales del 2012nvestigadores del Departamento de Biología Evolutiva y Funcional de la Unicersidad de Parma y el Museo de Historia Natural de Pisa demostraron también en los bonobos la capacidad para responder a los bostezos de sus semejantes. 
 


Trabajo realizado por: Inma Pérez y Carlota Cena

No hay comentarios:

Publicar un comentario