Se
ha comprobado en una investigación reciente que los fumadores que
consiguen dejar de fumar se sienten menos ansiosos a partir de esto,
a pesar de que generalmente se cree que fumar alivia el estrés y que
abandonar el tabaco hace sentir a la gente más nerviosa aún después
de superada la etapa del síndrome de abstinencia
Los autores del
estudio de diversas universidades, incluyendo las de Cambridge,
Oxford, Southampton, y el King's College de Londres, todas en el
Reino Unido, han llegado a la conclusión de que la muy extendida
creencia de que fumar alivia el estrés, es con toda certeza falsa.
La sensación de alivio y relajación que experimentan los fumadores
con un nuevo cigarrillo se debe tan sólo a que fumar calma su
síndrome de abstinencia.
Incluso
el equipo de investigación cree que fumar probablemente provoca
ansiedad, aunque este efecto suela pasar desapercibido debido al
efecto de alivio del síndrome de abstinencia.
En el estudio se hizo un seguimiento a 491 fumadores que asistían a clínicas para dejar de fumar del Servicio Nacional Británico de Salud en Inglaterra.
De la muestra de población, el 21,6 por ciento (106 personas) tenían algún problema de salud mental diagnosticado, principalmente trastornos del estado de ánimo y ansiedad.
En el estudio se hizo un seguimiento a 491 fumadores que asistían a clínicas para dejar de fumar del Servicio Nacional Británico de Salud en Inglaterra.
De la muestra de población, el 21,6 por ciento (106 personas) tenían algún problema de salud mental diagnosticado, principalmente trastornos del estado de ánimo y ansiedad.
A
todos los participantes se les evaluó sus niveles de ansiedad al
comienzo de la investigación. Seis meses después del inicio de la
investigación, 68 de los fumadores habían logrado abandonar el
tabaco. Los investigadores encontraron una diferencia significativa
en el grado de ansiedad entre quienes habían dejado de fumar con
éxito y aquellos que habían recaído en el hábito.
Todos aquellos que consiguieron dejar de fumar mostraron una disminución en la ansiedad, sobre todo quienes fumaban más por necesidad que por placer.
Entre los fumadores que recayeron en el hábito, los que fumaban por placer no mostraron cambios en la ansiedad, pero los que fumaban por necesidad mostraron un aumento.
Todo apunta, por tanto, a que dejar de fumar reduce la ansiedad y según valora el Dr. Matthew Hankins de la Universidad de Southampton y miembro del equipo de investigación, el efecto es probablemente mayor en los que tienen algún trastorno psiquiátrico y en quienes fuman para aliviar el estrés.
Todos aquellos que consiguieron dejar de fumar mostraron una disminución en la ansiedad, sobre todo quienes fumaban más por necesidad que por placer.
Entre los fumadores que recayeron en el hábito, los que fumaban por placer no mostraron cambios en la ansiedad, pero los que fumaban por necesidad mostraron un aumento.
Todo apunta, por tanto, a que dejar de fumar reduce la ansiedad y según valora el Dr. Matthew Hankins de la Universidad de Southampton y miembro del equipo de investigación, el efecto es probablemente mayor en los que tienen algún trastorno psiquiátrico y en quienes fuman para aliviar el estrés.
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