Siempre
han dicho que el tabaco es malo para el embarazo, así que no es nada
nuevo. Los efectos son demasiados: niños que no nacen con una medida
adecuada, alto peligro de embarazo prematuro e incluso mortalidad
perinatal. Un estudio ha revelado en la revista ‘Diabetología’,
que las consecuencias pueden incluso saltar una generación. Así que
esas niñas que cuando fueron fetos estuvieron en relación con el
humo de tabaco, tienen muchas posibilidades de tener un embarazo
complicado. Concretando, el riesgo de que tenga diabetes gestacional
se dispara en las hijas de las fumadoras que no dejaron el tabaco
durante el embarazo. Y esto no es lo único. Las futuras mamás hijas
de embarazadas fumadoras tienen, también, posibilidades de tener
obesidad en la gestación.
En
este caso los investigadores de la Lund University (Suecia)
analizaron a las mujeres que nacieron a partir de 1982. La fecha es
de cuándo se empezó a preguntar a las embarazadas sobre su hábito
de fumar.
Los
autores de este estudio tenían datos de 80.189 gestantes, a las que
se les había preguntado sobre esa adicción a la nicotina que
tienen. A las mujeres se les había dividido en tres grupos en este
orden: no fumadoras, de exposición moderada (las que fumaban entre 1
y 9 cigarros al día) y muy expuestas (más de 10 cigarros al día).
30
años después esas niñas han sido buscadas y estudiaron con ellas a
las que habían sido madres con estas circunstancias: obesidad,
diabetes gestacional y diabetes no gestacional.
Tras
comprobar los datos con el estatus de sus madres, el estudio demostró
una asociación entre el hábito de las progenitoras y la obesidad y
la diabetes gestacional de la siguiente generación durante su
embarazo.
Los
investigadores consiguieron localizar a 7.871 embarazadas de segunda
generación con alguno de estos problemas. La obesidad fue la más
frecuente (7.300 personas), detrás estaba la diabetes no gestacional
(280 personas) y por último la gestacional (291).

Como
todos los estudios como este, los investigadores reconocen que han
cometido fallos, por ejemplo el saber si la familia también fumaba o
la dieta que habían seguido las embarazadas de segunda generación
durante su vida.
Trabajo realizado por: Inma Pérez y
Jerónimo Ramos
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