miércoles, 24 de abril de 2013

LOS BEBÉS SE RELAJAN EN LOS BRAZOS MATERNOS


Un estudio ha investigado las razones por las que los bebés son capaces de calmarse con ese gesto y han descubierto que más de relación madre-hijo hay una explicación que es científica que está basada en una mecanimos fisiológico.
Los son efectos son rápidos. ''La actividad del sistema nervioso y la del motor se reduce y la frecuencia cardiaca es menor'' y los bebés se relajan. Así lo han observado los investigadores después de examinar a 12 niños que están sanos y tienen entre uno y seis meses de vida. ''Grabamos su ritmo cardiaco cuando se les tumbaba en la cuna y mientras la madre les tenía en brazos.''
El electrocadiograma desveló muchas diferencias. Estando entre la cuna y el calor de los brazos es preferible la segunda opción. Y eligiendo entre el calor de su madre sentada o caminando, los bebés prefieren que se muevan. Cuando su madre se sentaba con su hijo en brazos, su ritmo cardiaco aumentaba, el bebé lloraba y solo hacían moverse. En cuánto se levantaba y empezaba a moverse el llanto descendia inmediatamente y el bebé se tranquilizaba. En cambio, cuando la madre se sentaba otra vez, el bebé volvía a producir los mismos síntomas.
En definitiva, pedir los brazos de la madre y querer sus movimientos no es capricho que el bebé no a exigido a conciencia. Según subrayan los investigadores, publicado en ''Current Biology'' se trata de una necesidad fisiológica, ''un mecanismo de defensa'' que ocurre normalmente propio de los animales mamíferos.
Kuroda y su equipo, de Riken Brain Institute (Saitama, Japón), también hicieron este experimento pero con crías de ratones durante sus primeros días de vida. La sensación de que los brazos calmaban era el mismo. Dejaron de llorar y estos se mostraban mas tranquilos. Igual que con los gatos y los leones, ocurría lo mismo, las crías tenían la postura fetal, flexionando las piernas.
Los investigadores han apuntado a un sentido del tacto y de la ''propiopercepción'', es un término que se refiere a la capacidad de reaccionar que tiene el bebé cuando su madre le toca, ya que notan los movimientos del cuerpo de su madre.




Trabajo de: Inma Pérez y Jerónimo Ramos

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