miércoles, 31 de octubre de 2012

PILAR DE UNA SOCIEDAD CONSUMISTA


La obsolescencia programada consiste en la realización de productos con una vida útil menor a la que los avances técnico pueden permitir. Esto no se refiere solo a las modas, pues la mayoría de los productos electrónicos que usamos hoy en día están hechos para durar un cierto periodo de tiempo. Esta idea que parece tan nueva, en realidad la idearon durante la revolución industrial, entre 1920 y 1930.
Esto causó principalmente dos cosas. Por un lado ayuda a la economía creando numerosos puestos de trabajo, y por otro el impacto medio-ambiental que crea ya sea en la contaminación de los productos que se desechan o en que este modelo de comercio se basa en un planeta con recursos infinitos, pero cada vez quedan menos recursos en la tierra y este método se vuelve cada vez más insostenible.
El primer caso de obsolescencia programada del que se data es la bombilla. Pues cuando la bombilla de Edison se empezó a vender, duraba unas 1.500 horas mientras que a día de hoy una bombilla normal como las que compras en una tienda dura solo 1.000 horas. Y se han fabricado bombillas con más de 100 años de duración, como una que se encuentra en un parque de bomberos de California que tiene una cámara que la apunta y le hace una foto cada 30 segundos llevando encendida más de 111 años. O una tienda por internet que vende bombillas LED que dan garantía de 25 años y que muchas empresas quieren comprar su patente por bastante dinero. Para evitarse que las bombillas siguieran mejorando, se crea phoebus, una orden mundial que ponía multas a todas las empresas que crearan una bombilla que durara más de 1.000 horas. Y aunque phoebus ya no existe, se ha mantenido la costumbre de crear bombillas de corta duración porque es lo que más beneficios da a las empresas que las fabrican. Pero las bombillas no son el único sector en el que se aplica la obsolescencia programada. También se aplica en los electrodomésticos del hogar, impresoras, ropa, baterías de móviles, reproductores de música y en muchos mas sectores.

  

 


Autores: Alberto García y Sergio Velázquez

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